miércoles, 4 de mayo de 2011

Destino y Ciencia

Aunque la herencia genética no asegura el destino de nadie, existe suficiente evidencia científica de que los genes influyen en la vida profesional, desde la propensión a ser emprendedores , profesores o líderes.
“Los genes no significan destino, simplemente son un factor más que influye en la probabilidad de que algo ocurra.
Nuestra herencia genética interviene en nuestra inteligencia hasta en un 50 % y también puede llegar a intervenir en nuestra forma de trabajar.
La elección de nuestra carrera se podría argumentar mediante genética.
Shane (profesor y escritor ),piensa que la genética no determina nuestro destino .En general, los seres humanos, nos influencian las experiencias en la vida, la forma en la que somos criados y los genes.
Hipótesis de Shane: “Es muy simple, es muy poco probable que el desempeño de las personas en las organizaciones se explique solo por razones externas distintas a la herencia genética”.
En las ahora de moda clonaciones genéticas, se cambia nuestro futuro ya que carece de base científica y lo que hace es manipular nuestro ecosistema y a la vez, nuestro futuro.
Cuando bebemos alcohol estamos influyendo nosotros mismos en nuestra vida ya que esto hace que cambie nuestra vida desde el primer trago.
El hombre es mucho más que la suma de sus genes. La complejidad
biológica no agota todos los factores que definen al ser humano, que pertenece al Misterio que lo hace. Una contribución clarificadora para el debate sobre el proyecto Genoma.

Destino y Filosofía

Marco Pierotti:
¿Una definición de mi mismo?
Es como pedir la definición
del infinito.
Pier Paolo Pasolini:
¿Nuestro destino está escrito en los genes?
Ese es un tema de amplia discusión en la Filosofía. Decir que nuestro destino está escrito, ya sea en los genes o en el libro de la vida, indicaría que el ser humano no tiene libertad de elección, es decir el libre albedrío. Para mí, los genes son un equipo que traemos para poder vivir, pero en absoluto determina como será nuestra vida Tenemos la libertad de elegir y eso determina nuestros resultados. Pero esa libertad de elección depende de nuestros recursos. Dada mi discapacidad visual, que por cierto vino en mis genes, existen cosas que no puedo realizar y que me gustarían hacer, pero puedo hacer otras y tengo la libertad de escoger de esas otras. Así que eso del famoso Maktubv, está escrito, no es totalmente cierto.
Una herramienta que suelen emplear ciertos científicos para saber si una característica de la personalidad es heredada o adquirida es el estudio de mellizos genéticamente idénticos. “Lo que pasa es que para que uno pueda discernir cuál es la influencia del ambiente o de los genes heredados por estas dos personas, en principio tendrían que ser mellizos separados al nacer, porque de los contrario eso implicaría que tendrían un ambiente uniforme que podría condicionar su comportamiento independientemente del efecto de sus genes.
Algunas características o ragos son resultante de interacciones con el medio ambiente, mientras que otras provienen del material genético que hay en tus cromosomas. Los cromososmas son los responsables de guardar el material genético en las células eucariotas.
A pesar de que heredamos muchas características de nuestros progenitores, no implica que nuestro destino dependa de ello. Si bien podemos padecer las mismas enfermedades (no en todos los casos), podemos sobrellevarlas intentando su cura para no repetir la historia.
Qué quiero decir con esto? que nuestro destino lo hacemos nosotros mismos porque tenemos la oportunidad de elegirlo, que equivaldría a elegir nuestra forma de vida
Médica Clínica/Psicóloga:
No, para nada. En todo caso y hablando a lo sumo, tendríamos una cierta predisposición para actuar de cierta forma en ciertas ocasiones. (Hecho que se puede modelar mediante la experiencia y la cultura). Así que la respuesta es no.

Destinología

La destinología, como nueva ciencia de nuestro destino, lo sostienen filósofos y científicos, la destinología sostiene que los aspectos inevitables de nuestro destino constituyen simplemente la parte "repetitiva", lo que persiste a través la "herencia psicológica" (Inter y transgeneracional) y se trasmite en la socialización. Por otra parte, las novedades, lo que cambia, pertenece al "principio de cambio", que, como factor crucial, permite el progreso emocional y social de los seres humanos.
Como nueva ciencia de la subjetividad, la destinología implica la intervención del "destinólogo", que, como "reprogramador de nuestro destino", nos permite pasar del reino de la repetición de los síntomas, problemas, divorcios, violencia familiar, etc., al reino de la superación de los modelos nocivos incorporados en la familiar a través de la programación mental en la infancia. Los grandes programadores de nuestra mente o nuestro destino son nuestros padres, y, secundariamente, los medios, la sociedad y la escuela.
Intenta superar las limitaciones de la psicología, el psicoanálisis, las propuestas cognitivas, sistémicas y psiquiátricas al considerar el factor no solo comunicativo, intrapsíquico, verbal, o simbólico y para centrarse en el estudio multigeneracional al par que individual, familiar y sociocultural de la subjetividad. Considera los múltiples factores que determinan nuestro destino y sus vicisitudes para delinear posibles soluciones existenciales. Considera que el estudio de la psiquis individual sin la óptica interdisciplinaria y transdisciplinaria consiste en un reduccionismo que excluye lo mas esencial de todo sujeto: su destino, el sentido de su ser, la historia de su vida ignorada y que mora en su "programa mental" a título de pasos preestablecidos (relativo) que marcan el curso de su destino a través de generaciones. Por lo mismo, la destinología no depende de la psicología o del psicoanálisis sino que se erige como "interciencia" al utilizar y retraducir los descubrimientos de las ciencias humanísticas. Puede incluso acudir a la sociología, la antropología o la economía política, siempre que el caso singular de cada destino requiera el análisis de los factores que marcan la fuerza de cada destino. Para lo cuál, la figura del "destinólogo", como interprete de nuestro destino, cuya función esencial radica en la lectura del "programa mental" de cada sujeto, los determinantes intergeneracionales, generacionales, la herencia psicológica singular, los programadores mentales, las repeticiones y cambios, las predicciones posibles, los prototipos infantiles y su rol en el escenario emocional actual, la operancia de prejuicios históricos, influencias de guerras, destierros, genocidios, violencia social, injusticias familiares, traumas de todo tipo, entre otros.